El sindicato de los mecánicos (Smata) paró por segunda vez en diez días la producción en varias fábricas de autos de la Argentina. La agrupación bloqueó las tareas y marchó ayer otra vez en defensa de la ex presidenta Cristina Kirchner, condenada por corrupción y con fallo confirmado por la Corte Suprema de Justicia.

El sindicato a cargo de los dirigentes Ricardo “Piña” Pignanelli y Mario “Paco” Manrique ya había forzado la parada de la producción el pasado 10 de junio, cuando se terminó de confirmar la prisión por seis años contra la ex mandataria. La protesta se repitió ayer, cuando Smata se sumó a la manifestación en la Plaza de Mayo de Buenos Aires donde -desde su prisión domiciliaria- la ex funcionaria le mandó un mensaje de audio a su grupo más fiel de fanáticos.

En esta ocasión, las fábricas afectadas fueron las de Ford Argentina (Pacheco), Mercedes-Benz Argentina (Virrey del Pino), Toyota Argentina (Zárate) y Volkswagen Argentina (Pacheco). En todos los casos, el paro se hizo efectivo por la mañana, durante el primer turno de producción. Por la tarde, en el segundo turno de todas esas plantas, se trabajó con normalidad.

La medida sindical no impactó en las plantas del Grupo Stellantis (Ferreyra y El Palomar) ni en las de General Motors (Santa Fe) o Renault (Córdoba).

Smata difundió un comunicado donde fijó su postura en defensa de Cristina Kirchner:

“El Smata estuvo presente en la multitudinaria movilización a favor de la democracia y en contra de la proscripción, en respuesta a la condena y prisión domiciliaria de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner como resultado de un proceso judicial irregular y con motivaciones políticas. Se trató de una jornada de movilización que contó con la presencia de sindicatos, movimientos sociales y distintas organizaciones, en defensa de la institucionalidad democrática, en contra de la embestida mediática, política y judicial que vulnera los principios democráticos de división de poderes, debido proceso y participación política libre. En un contexto de emergencia social, desempleo y cierre de industrias, se marchó en reivindicación de quien mejor representó al modelo productivo de la industria nacional y a la movilización social ascendente de todos los trabajadores y trabajadoras. Nuestra única defensa para revertir la situación es el voto. Vayamos todos a votar y hagamos explotar las urnas con nuestra voz”.

Fuentes de la industria automotriz estimaron que, debido al paro en las diferentes plantas, ayer se dejaron de producir entre 700 y 800 vehículos. La parada industrial, cuando no es planificada, tiene un fuerte costo económico para las fábricas, porque se debe interrumpir todo el proceso en la línea de producción