La tensión entre el Gobierno nacional y la administración bonaerense de Axel Kicillof sumó un nuevo capítulo, esta vez por el destino de equipamiento médico de alta complejidad. El ministro de Salud de la Provincia de Buenos Aires, Nicolás Kreplak, denunció públicamente que seis angiógrafos que habían sido asignados a hospitales bonaerenses nunca llegaron a destino, luego de un presunto cambio de criterio tras la asunción de Javier Milei.
La acusación se dio a conocer a través de un intercambio en la red social X (ex Twitter), donde Kreplak y la actual viceministra de Salud nacional, Cecilia Loccisano, protagonizaron un cruce por la procedencia de un angiógrafo instalado recientemente en el hospital San Martín de La Plata.
Loccisano afirmó que el equipo en cuestión fue comprado por el Ministerio de Salud nacional y entregado a la provincia en enero. Además, acusó a Kreplak de “mentir y distorsionar” los hechos para atribuirse méritos ajenos. “Lo que muestra con orgullo lo pagó la Nación”, escribió.
El ministro bonaerense no tardó en responder. “Estás faltando a la verdad. Este angiógrafo es uno de los 11 que la gestión nacional anterior compró para la Provincia de Buenos Aires”, replicó Kreplak, quien aseguró que, de ese total, solo cinco fueron entregados y los seis restantes fueron retenidos.
Entre los hospitales afectados por esa presunta decisión se encuentran el San Felipe de San Nicolás, el Tetamanti de Mar del Plata, el Penna de Bahía Blanca, el Mariano y Luciano de la Vega de Moreno, el Eurnekian de Ezeiza y otros centros clave del sistema de salud provincial.
Kreplak compartió documentación oficial para respaldar sus dichos. Según explicó, los angiógrafos formaban parte de una licitación realizada bajo el “Proyecto de Respuesta Inmediata de Salud Pública”, lanzado en 2021 durante la pandemia de COVID-19 con financiamiento internacional. El plan apuntaba a mejorar la capacidad tecnológica de los hospitales públicos, y había sido ejecutado en su totalidad antes del cambio de gestión nacional.
De acuerdo al Ministerio de Salud bonaerense, las obras civiles necesarias para instalar los equipos ya estaban concluidas en varios de los hospitales, lo que agrava el impacto de la no entrega. Además, sostienen que la actual administración nacional habría redirigido los equipos a otros destinos, sin dar explicaciones claras ni cumplir con lo establecido previamente.
El enfrentamiento por el equipamiento expone, una vez más, las fricciones entre Nación y Provincia en un contexto de fuerte ajuste presupuestario y debate sobre el rol del Estado en el sistema de salud pública. Mientras la Casa Rosada asegura que “la motosierra no afecta al sistema hospitalario”, desde la Provincia advierten que decisiones como estas perjudican directamente la atención médica en regiones donde el acceso a tecnología avanzada es crucial. (DIB) FB