La automotriz japonesa Nissan concretó el cierre de su producción local con la última pick-up Frontier salida de la planta de Santa Isabel, Córdoba. La decisión afecta a 300 operarios y marca el fin de la presencia industrial de esa empresa en el país, mientras Renault se prepara para iniciar la fabricación de su nueva camioneta Niágara.

La automotriz japonesa culminó este jueves la producción de su modelo Frontier en la planta de Santa Isabel, marcando el fin de su actividad industrial en el país. Renault absorberá parte del personal afectado mientras avanza con el proyecto de su nueva pick-up Niágara.

Este jueves quedó marcado en la historia de la industria automotriz argentina como el día en que Nissan fabricó su última pick-up Frontier en la planta de Santa Isabel, en la provincia de Córdoba. Con esta decisión, la marca japonesa deja de producir vehículos en el país, poniendo fin a un ciclo de siete años de actividad industrial.

La determinación había sido anunciada el pasado 28 de marzo, en el marco de un plan global de reconversión industrial que también contempla el cierre de plantas en México y Japón. Sin embargo, la fecha exacta de cierre dependía del stock de autopartes y del cumplimiento de compromisos con proveedores y concesionarios.

En un comunicado oficial difundido esta mañana, Nissan expresó: “De acuerdo con lo informado el 28 de marzo pasado y como parte de su plan de transformación, Nissan ha cesado la producción de la pick-up Nissan Frontier en Fábrica Santa Isabel. A partir de ahora, toda la producción de pickups para la región se concentrará en México. Nissan Argentina reafirma su compromiso de continuar ofreciendo a sus clientes la mejor calidad de servicio de ventas y posventa a través de su red oficial de concesionarios”.

Desde 2018 hasta 2025, Nissan fabricó en Córdoba su pick-up Frontier en alianza con Renault, que compartía la plataforma para la producción de su modelo Alaskan. Mientras Nissan aportaba la tecnología del vehículo, Renault brindaba la infraestructura y la mano de obra. Por esa razón, la decisión de la marca japonesa también afectó la continuidad del modelo Alaskan, cuya producción se interrumpirá de manera paralela.

La salida de Nissan implica un impacto directo sobre unos 300 operarios pertenecientes a Renault Argentina, quienes se encuentran en planes de retiro voluntario o en un esquema de espera hasta el inicio del nuevo proyecto Niágara, la futura pick-up que la marca francesa ya comenzó a desarrollar en Santa Isabel.

El presidente de Renault Argentina, Pablo Sibilla, recordó que esta transición fue planificada con antelación: “Hace cinco años que sabemos que este momento iba a llegar, y lo estamos conversando con todas las partes, incluidos el sindicato y el gobierno. Estamos hablando de un proyecto que va a dejar una planta con todo resuelto por muchos años, y trabajando con dos turnos completos en muy poco tiempo”.

Durante los últimos meses, Renault y el sindicato Smata Córdoba mantuvieron reuniones para asegurar una transición ordenada, con el objetivo de preservar los puestos de trabajo y garantizar la continuidad productiva con nuevos proyectos.

Con la salida de Nissan, Argentina mantendrá nueve plantas automotrices en funcionamiento, aunque con una marca menos en el mapa industrial. La fábrica de Santa Isabel es un emblema de la producción nacional con más de 70 años de historia.