Columna de Opinión: por Eduardo Rivas

🕳️ ¿A qué juega Marcelo Matzkin?

La pregunta no es ingenua. Tampoco es nueva. Pero la falta de respuesta se torna escandalosa cuando el tiempo avanza, los plazos se consumen y las rendiciones de cuentas, con más maquillaje que contenido, siguen acumulando polvo (y millones) sin ser discutidas.

La Ley 10869 establece que cada Municipio debe rendir sus cuentas anuales. La modificación introducida por la Ley 13963 impone un límite de 60 días al Concejo Deliberante para tratar la Rendición, bajo pena de que, si no lo hace, las cuentas se consideren aprobadas automáticamente, excesos incluidos.

Y en Zárate, como suele pasar cuando gobierna el marketing y no la política, todo se encamina a la trampa del silencio.

🧾 ¿Qué se presentó y qué se oculta?

El Ejecutivo local presentó la Rendición de Cuentas 2024 en tiempo y forma. El Concejo Deliberante le dio ingreso el 3 de abril. Pero el detalle escabroso viene después: los concejales ingresaron los textos sin siquiera conocer su contenido completo. Literal. A ciegas. Como quien recibe a un paciente en un quirófano sin leer la historia clínica.

 

 

Se trata del Expediente 068/25 (Rendición de Cuentas del Ejecutivo y ENDEZA) y el Expediente 075/25, que directamente solicita la convalidación de excesos presupuestarios por más de 6.400 millones de pesos y un déficit de casi 2.000 millones. El número estremece, pero lo que asusta de verdad es la pasividad con la que se pretende convalidar semejante agujero negro.

💸 El documento de la vergüenza

El texto del expediente 075/025 merece un análisis quirúrgico. El Ejecutivo, sin disimulo, redacta un proyecto de ordenanza para que el Concejo le apruebe la rendición y los excesos. Es decir, presenta las cuentas y al mismo tiempo redacta el certificado de buena conducta. Una maniobra institucional de una impudicia asombrosa.

 

¿Los números? Hablemos de ellos:

  • $6.447.785.392,26 de excesos sin posibilidad de compensación.
  • $1.978.655.651,63 de déficit económico para el año 2024.

Todo esto ‘según surge del Estado de Ejecución del Presupuesto de Gastos al 30/12/24’, dice el anexo. El ‘Estado de Ejecución’ que nadie ejecuta políticamente, y mucho menos públicamente.

Sí, el Ejecutivo le pide al Deliberativo, que con la mayoría automática con la que cuenta el Ejecutivo en el Concejo Deliberante y la falta de iniciativa política de los concejales, oficialistas y oposición, que solo hacen lo que les ordenan hacer, tiene la garantía que cumplirán sus deseos, o sea que serán corresponsables de la inutilidad y la complicidad del Intendente Marcelo Matzkin con su antecesor, Osvaldo Cáffaro.

🧠 ¿Inutilidad o estrategia? Ambas.

La jugada es clara: esperar que corran los 60 días sin tratar los expedientes, de modo que la ley valide por omisión lo que no se animan a aprobar con la cara descubierta. Un mecanismo perverso que transforma al Concejo en una escribanía muda.

Porque si la Rendición no se discute, la convalidación de los excesos se aprueba sola, como por arte de magia legal. Y como bien sabemos, en Zárate no faltan los magos del presupuesto.

🎭 Concejales: oficialistas sin alma y opositores sin voz

El oficialismo zarateño cuenta con los votos, pero carece de cuadros políticos capaces de sostener un debate real. Y la oposición, con excepciones contadas con una mano y media, parece más preocupada por sus internas y sus selfies que por ejercer el rol que la democracia les asignó.

 

De hecho, el 77,7% de los proyectos tratados en la última sesión fueron enviados por el Ejecutivo. Una cifra que pinta de cuerpo entero la falta de iniciativa y coraje político del bloque opositor, más preocupado por caerle simpático al Intendente que por controlar el uso de los fondos públicos.

En el Orden del Día de la Sesión de hoy no se incluyeron ninguno de los dos Expedientes para su tratamiento. Se incluyen varios proyectos sobres temas que hemos expuesto en notas anteriores, tal el caso del cuidado de los espacios verdesel traslado de los residuos sólidos urbanos o la realidad del SEMU, pero de la Rendición de Cuentas ni del proyecto para legalizar la trampa sin noticias.

🧨 ¿Y el debate público?

Brilla por su ausencia.

No hubo Comisiones, no hubo sesión, no hubo ni siquiera declaraciones altisonantes. Solo el silencio. Solo la espera. Solo el tic-tac del plazo que avanza.

Queda una sola sesión antes de que se cumplan los 60 días fatales. ¿Harán una sesión especial aunque no estemos en marzo? ¿Llamarán a una extraordinaria para blanquear la maniobra? Tienen los votos para ambas posibilidades. ¿O simplemente dejarán que la ley haga el trabajo sucio de aprobar lo que nadie quiere discutir?.

🧛‍♂️ ¿Gobierno nuevo o continuidad maquillada?

La complicidad no es solo con el silencio del Concejo. La Rendición de Cuentas 2024 es también un espejo que refleja los años de desgobierno de Osvaldo Cáffaro, el jefe político que aún mueve hilos invisibles. Y Marcelo Matzkin, lejos de romper con el pasado, parece haber asumido su rol de continuador vergonzante de las mismas prácticas que decía que iba a combatir.

Este festival de excesos no empezó en 2024. Se cocina hace años. Y ahora, la receta se repite con nuevos cocineros pero los mismos ingredientes: discrecionalidad, opacidad y desinterés por rendir cuentas en serio.

🔜 Lo que viene

Se acerca el período electoral y sin alfiles capacitados de sostener una discusión política sólida en el Concejo Deliberante, es una jugada ambiciosa la discusión de la Rendición de Cuentas. Si la oposición apostara a discutir políticamente el documento, que por otro lado es su función ya que el análisis técnico lo realiza el Tribunal de Cuentas, como dice la canción, otro gallo cantaría.

Pero para ello se requiere algo inexistente hoy en Zárate, una oposición dispuesta a ejercer como tal, con sus matices y variantes, a fin de pretender erigirse como opción de poder real, y para ello se debe hacer política, algo que la mayoría de los concejales opositores no sabe, no puede o no quiere, pero en cualquier caso, no hace.

Marcelo Matzkin cuenta con los votos para ganar la votación, pero no cuenta con los dirigentes políticos para ganar la discusión. La mayoría de los concejales oficialistas (y opositores también), propios o entenados, son solo alzamanos incapaces de sostener una discusión política profunda, por lo que el debate de la Rendición de Cuentas, y en especial del Expediente 075/025 aparece como una apuesta riesgosa, quien sabe si no más riesgos que el dejar correr los plazos legales, al fin de cuentas si hay algo que caracteriza al gobierno local es el conocimiento de la legislación para poder sacar ventajas y ventajitas.

🤐 Ciudadanos excluidos, recursos dilapidados

Mientras tanto, la ciudadanía sigue ajena y excluida del proceso. Nadie le explica por qué hubo un déficit millonario. Nadie le dice qué se hizo con sus tasas. Nadie le rinde cuentas, más allá de la ficción formal que arman entre el Ejecutivo y su brazo legislativo.

El municipio gasta como si tuviera una chequera infinita, pero nadie parece dispuesto a ponerle el cuerpo a la discusión sobre las prioridades del gasto, los contratos, los retornos, y las decisiones políticas que llevaron a semejante desastre financiero.

📉 ¿Hasta cuándo?

Marcelo Matzkin juega al desgaste, al olvido, al formalismo como trinchera. Pero el juego es riesgoso. Puede ganar la aprobación automática, pero pierde la credibilidad. Puede esquivar la sesión, pero no esquivará las preguntas que se vienen.

Y lo que está en juego no es solo una Rendición de Cuentas. Lo que está en juego es la credibilidad del sistema democrático local, la integridad del manejo de fondos públicos, y la posibilidad -remota pero posible- de que alguna vez Zárate tenga una oposición de verdad, que investigue, que denuncie y que actúe como poder de control, que es lo que corresponde.