La última Encuesta Permanente de Hogares del Indec (EPH), correspondiente al último trimestre de 2024, detectó cambios significativos en los indicadores socioeconómicos en el primer año completo de presidencia de Javier Milei, entre ellos sobresalió el aumento de la informalidad laboral a 8 millones de personas, como motor del crecimiento del empleo total a 21,2 millones de trabajadores. En ambos casos alcanzaron niveles récord en la serie que se inicia en el primer semestre de 1991.

“El desagregado del empleo que surge de cotejar los datos de la Encuesta Permanente de Hogares del Indec -proyectado al total país- con el relevamiento de la Secretaría de Empleo del Ministerio de Trabajo, basado en el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), muestra que mientras el empleo total registrado disminuyó en 2024 en 234.100 personas en el segmento informal (sin descuento jubilatorio) aumentó en 387.300”, arrojando un resultado neto expansivo en 153.200 puestos.

Ese movimiento, a su vez, se manifestó en reducción en casi 178.000 en el tramo de los trabajadores asalariados (161.000 en los formalizados y 17.000 en los que no aportan al sistema jubilatorio) y crecimiento de 331.000 en los independientes -autónomos y monotributistas, principalmente), con baja de 73.400 entre los registrados y aumento en más de 404.000 entre los informales.

Semejante desempeño tuvo lugar pese a que el Gobierno le asignó al capítulo laboral un apartado especial, porque considera que es a partir del crecimiento de la nómina de personal asalariado impulsado por inversiones, tanto de empresas radicadas en el país, como también provenientes del resto del mundo y el incentivo al desarrollo del emprendedurismo basado en el conocimiento e iniciativa privada, sin más incentivo que la garantía de libertad sin tutela de un Estado que ha mostrado ser altamente ineficiente, la economía podrá retomar el sendero de la expansión sostenida y clara mejora de la generación y distribución del ingreso.